jueves, 18 de junio de 2015

Es una historia mas.. (¿lo es?) común.

Mi nombre es Dani, encuentro aquí una manera de desahogarme de AÑOS (mis mejores, por cierto) de haber sufrido dolores que a mi ver hoy, eran inmerecidos.
Soy la mayor de tres hermanos, vivimos toda la vida en un pueblo bastante agradable, un pueblo como "sacado de la realidad" y me refiero así, para hacer hincapié en la solidaridad, que suele caracterizar a los pequeños pueblos, ubicado a unos cuantps km. de la capital de mi provincia, éste se dejaba ver como armónico, bastante tradicional- si quiere-  y hasta "quedado" la gente sule ser "buena" (definición de buena gente en el pueblo: amables, cordiales, solidarios) pero muy, MUY cisañeros, repleto de habladuría, chismes, diremes y diretes y que son capaces de crucificar una persona hasta el fin de sus días; convengamos que a la mayoría nos afecta el qué dirán, aunque nos acoplemos de frases como "no vivo de ellos, ellos no me dan nada, no me importa lo que digan de mí" todas mentiras! al menos para mí.
Tenía una tía soltera, sin hijos, que me quería más que a ella misma, desde que nací fui lo único por lo que vivió, ella tenía un novio hacían más de veinte años, este hombre, Humberto, se convertiría en mi peor pesadilla, un lobo con piel de cordero, el era separado hacian mas de treinta años, tenia hijos, hijas y hasta nietos de mi edad y mas pequeños, esto que cuento, es lo que recuerdo, mi memoria parte de mis 5 años aproximadamente.
Ellos eran grandes, en ese entonces para mí unos 40 y pico largos, era ser "viejito", el era (digo era porque no sé si vive ó no), era de tez morena, relativamente alto, no muy gordo, pero si bastante panzón, siempre usaba camisas que iban desprendidas hasta medio pecho (qué asco!) dejando ver sus pocos pelos en el pecho, medio pelado ya por la edad y tenía su dormitorio a parte en la casa de mi tía donde yo pasaba mas tiempo que en mi propia casa, ya que podía hacer y deshacer a mi antojo, anarquía total! mi tía era (y ella sí está viva, solo que era en ese entonces) lo mejor que puede pasarle a cualquier niño, un ser de amor, totalmente iluminado e inocente de la bestia que tenía de pareja.
Sé que mas o menos, van deduciendo de qué se trata el asunto.
Sí, es lo que piensan.. éste tipo, por denominarlo de alguna manera, aprovechó la inocencia de una niñita de 5 años para saciar sus bajos deseos, la idea de este blog, es sacar de una vez todo aquello, y compartirlo para que otros padres abran los ojos, para poder perdonarlo también así poder liberar mi alma cansada.
Trataré de traer a mi mente los detalles que más pueda recopilar, porque hay muchos "bloqueados" por el dolor y la vergüenza que esto me deja, ¿vergüenza de qué? no lo sé, vergüenza ajena, supongo.
Las tardes en ésa casa que tanto amé y odié al mismo tiempo eran mágicas, yo podía hacer y deshacer a mi antojo, mi tía me daba todo, TODO lo que pidiera, y si no estaba a su alcance ella se encargaba de alcanzarlo algo así como un ángel, solo para mí.
Esto que voy  contar, reitero que son reconstrucciones que me mente va haciendo, seguramente les faltará mucha información, pero es lo que recuerdo: una tarde, mi tía había salido a comprar algo para hacerme unos ravioles caseros (mi debilidad) que yo había pedido, yo siempre fui una niña que le gustaba aprender, muy curiosa, aprendi a leer a los 4 años, me gustaba mucho, entonces él me había traído un librito de nenas (no recuerdo el nombre) y mi tía me dejó con él mientras hacía las compras, yo leía el libro, y en el cuento una nena comía calabazas grandes, o las cortaba, no recurdo con exactitud; y de pronto me llamó a su dormitorio, cuando entré no estaba, y salió de repente detrás de la puerta como "asustandome" en broma, me asusté y me largué a llorar, Él intentó consolarme, me acostó en la cama abrazándome, y haciendo "como que comía" (decía él: "te come el lobo sino dejás de llorar") y me pasaba su sucia boca por todo mi cuerpo, yo inocente en ése entonces simplemente disfrutando de aquél juego inmundo y perverso, pasaba sus manos por todas mis partes, lo recuerdo porque sentía, tenía sensaciones, cosquilleos, pero como venia "de quien me cuidaba" jamás hubiera sospechado maldad en él que era casi tan bueno como mi tía,. A todo esto yo iba y venía a mi casa, que quedaba al lado de la de mi tía, lo que me daba la libertad de ir y venir cada vez que quisiera.